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\nPARA\u00cdSO<\/p>\n
Humberto Ak\u2019abal<\/strong><\/p>\n
Aqu\u00ed era para\u00edso.<\/p>\n
ma\u00edz, trigo, frijol,<\/p>\n
no hab\u00eda fruto prohibido,<\/p>\n
las culebras eran mudas.<\/p>\n
Jelik Ch\u2019umil y Kowilaj Chee<\/p>\n
hac\u00edan el amor sobre la hierba<\/p>\n
y se cubr\u00edan con el cielo.<\/p>\n
Hasta que hablaron<\/p>\n
las serpientes:<\/p>\n
Prohibieron los frutos<\/p>\n
y se repartieron entre s\u00ed<\/p>\n
el Para\u00edso.<\/p>\n
La desigualdad, econ\u00f3mica y social, constituye en Guatemala un problema estructural. Un diagn\u00f3stico actual, pero que se explica hist\u00f3ricamente con un proceso que comienza con la llamada \u00e9poca colonial, se asienta en la constituci\u00f3n liberal y se mantiene en el estado de transici\u00f3n democr\u00e1tica. En esta historia, las comunidades ind\u00edgenas han sido las m\u00e1s afectadas, grupos aquejados por la discriminaci\u00f3n y la segregaci\u00f3n y de manera sostenida. La fuerte corrupci\u00f3n que hoy ataca los aparatos del Estado \u2013un tema que afecta a los pa\u00edses de Am\u00e9rica Latina en general\u2013 hacen de la desigualdad un problema instalado necesario de abordar.<\/p>\n
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Los estudios transnacionales han demostrado que el mundo se define geogr\u00e1ficamente por la desigualdad. La jerarqu\u00eda mantiene al sur sometido a los intereses y al poder ejercido por los pa\u00edses del norte. Una historia de colonizaciones ha perpetuado la l\u00f3gica de la dependencia econ\u00f3mica, manteniendo el reparto desigual y la explotaci\u00f3n de recursos materiales y humanos de las sociedades m\u00e1s vulnerables.<\/p>\n
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Este panel explorar\u00e1 datos entre los que destacan aquellos que reflejan la desigualdad y los problemas de representatividad en el mundo del arte y el mercado. Al mismo tiempo, abordar\u00e1 momentos hist\u00f3ricos de segregaci\u00f3n en la escena cultural y la influencia de la mirada colonizadora en la construcci\u00f3n de estereotipos y de representaciones culturales no dominantes.<\/p>\n
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El Libro del Tiempo en el V Festival Internacional de Cultura Paiz<\/em><\/strong><\/h3>\n
Mar\u00eda Jacinta X\u00f3n Riquiac<\/strong><\/p>\n
Guatemala, Maya-k\u2019iche\u2019<\/p><\/blockquote>\n
Era 1999. El V Festival Internacional de Cultura Paiz inspiraba glamur y civilizaci\u00f3n. La Compagnie Tour de Babel<\/em> compuesta por j\u00f3venes franceses antisistema en esos a\u00f1os\u2013, mont\u00f3 la obra llamada El Libro del Tiempo<\/em>, basada en contenidos del Popol Vuh, \u201cuna interpretaci\u00f3n de la simbolog\u00eda y la magia del libro sagrado de los quich\u00e9s” (Trifoliar del evento). Fue presentada el s\u00e1bado 13 de febrero de 1999, en las Ruinas de San Jer\u00f3nimo, La Antigua Guatemala y el lunes 15 de febrero en el mismo lugar. \u00bfPor qu\u00e9 resulta de inter\u00e9s reflexionar acerca de este Festival y la obra de teatro El Libro del Tiempo<\/em>?<\/p>\n
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Porque en ese Festival, por primera vez participaron cuatro mujeres ind\u00edgenas y vest\u00edan sus vestimentas Kakchikel y K\u2019iche\u2019 en el escenario. Hablaban en K\u2019iche\u2019 durante la obra y frente a un\u00a0 p\u00fablico que se considera culto y civilizado.\u00a0 Recordar este acontecimiento no siempre trae memorias agradables que puedan llamarse interculturales. Pasados 21 a\u00f1os, puede racionalizarse ese momento como una vivencia racista y discriminatoria de los involucrados en la organizaci\u00f3n de aquel evento. Tener 19 a\u00f1os en ese momento no me permiti\u00f3 nombrar lo que viv\u00ed en ese Festival. Saber que era el resultado hist\u00f3rico de la segregaci\u00f3n y la idea civilizadora impl\u00edcita y camuflada, de que este no es un lugar para indios, fue un ejercicio anal\u00edtico durante los a\u00f1os posteriores. De ah\u00ed parte ahora la posibilidad de analizar el discurso del Simposio Geograf\u00edas Perversas.<\/em><\/p>\n
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\nEl largo camino para los artistas afroamericanos: c\u00f3mo los museos y el mercado del arte les han dando poco valor\u00a0\u00a0<\/em><\/strong><\/h3>\n
Julia Halperin<\/strong><\/p>\n
Estados Unidos<\/p>\n
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Esta presentaci\u00f3n explorar\u00e1 la presencia de artistas afroamericanos en los museos de Estados Unidos y el mercado internacional del arte durante la \u00faltima d\u00e9cada. Los hallazgos revelan que el progreso es mucho m\u00e1s reciente, y beneficia a muchos menos artistas, de lo que las excepciones de alto perfil podr\u00edan hacernos creer. Una investigaci\u00f3n conjunta de 2018 realizada por Artnet News<\/em> e In Other Words<\/em> encontr\u00f3 que entre 2008 y 2018, solo el 2.37 por ciento de todas las adquisiciones y donaciones y el 7.6 por ciento de todas las exposiciones en 30 destacados museos estadounidenses han exhibido obra de artistas afroamericanos.<\/p>\n
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Mientras tanto, el trabajo de artistas afroamericanos representaba solo un 1.2 por ciento del mercado mundial de subastas en ese per\u00edodo de tiempo. Una mirada m\u00e1s detallada revela un mercado desequilibrado, mucho m\u00e1s peque\u00f1o \u2013tanto en valor como en volumen\u2013de lo que sugieren los titulares. Las ventas en subasta de obras de Jean-Michel Basquiat representan US$ 1.7 billones del gasto total de US$ 2.2 billones, un asombroso 77 por ciento. Si se excluye a Basquiat, el valor de subasta combinado total del trabajo de artistas afroamericanos es de US$ 460,8 millones, solo el 0.26 por ciento del mercado mundial de subastas.<\/p>\n
Los datos, junto con entrevistas a m\u00e1s de 30 personas, una mezcla de directores y curadores de museos, coleccionistas, representantes del mercado del arte, asesores y acad\u00e9micos, revelan c\u00f3mo las excepciones individuales pueden distorsionar una comprensi\u00f3n m\u00e1s amplia de cu\u00e1nto ha cambiado el panorama, con respecto a la representaci\u00f3n, y cu\u00e1nto m\u00e1s trabajo queda por hacer.<\/p>\n
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Tarz\u00e1n, la Diosa Verde y el \u201cmaya permitido\u201d: De c\u00f3mo se construy\u00f3 lo maya, lo ind\u00edgena, lo nuestro y otros fantasmas desde la mirada ladina<\/em><\/strong><\/h3>\n
Rosina Cazali Escobar<\/strong><\/p>\n
Guatemala<\/p>\n
Esta propuesta har\u00e1 un repaso sobre los distintos momentos hist\u00f3ricos de Guatemala que influyeron en la construcci\u00f3n, desde la mirada ladina, del imaginario del \u201cindio\u201d, lo maya y lo ind\u00edgena. Desde una lectura de la producci\u00f3n art\u00edstica simb\u00f3lica, principalmente durante el conflicto armado interno, servir\u00e1 para explicar y atestiguar c\u00f3mo sucedi\u00f3 la elaboraci\u00f3n estrat\u00e9gica del multiculturalismo, el cual sustenta la idea pol\u00edticamente correcta del \u201cindio permitido\u201d. Es decir, la imagen y representaci\u00f3n contraria del \u201cindio insurrecto\u201d, objeto de marginaci\u00f3n, represi\u00f3n y formas insurgentes. Como pin\u00e1culo de los discursos de paz y los debates sobre la cultura maya de mediados de los noventa, esta figura ambigua y compleja revivi\u00f3 los intentos del desaparecido Instituto Indigenista Nacional (1945) por estudiar y resolver el llamado \u201cproblema ind\u00edgena\u201d.<\/p>\n
De manera paralela y complementaria, surgi\u00f3 un relato que se sirvi\u00f3 de formas est\u00e9ticas donde la sublimaci\u00f3n de rasgos humanos y patrones textiles, entre otros signos, estimularon una apreciaci\u00f3n ladina, espec\u00edfica y funcional. Porque contaba con una larga tradici\u00f3n de representaciones del ind\u00edgena, esta f\u00e1cilmente abraz\u00f3 formas contempor\u00e1neas que se recrearon a trav\u00e9s de formas geom\u00e9tricas, veladuras, escenograf\u00edas y parafernalias. Sin embargo, desde importantes proyectos de artistas ind\u00edgenas, se establece una tabula rasa donde se abren imprescindibles reflexiones cr\u00edticas y debates sobre estos procesos, los cuales, al no ser atendidos, solo perpet\u00faan el racismo estructural de la sociedad guatemalteca.<\/p>\n
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Geograf\u00eda perversa \/ Geograf\u00edas malditas<\/a><\/p>\n
Programa<\/a><\/p>\n
Conferencia Inaugural Performativa <\/a><\/p>\n