Guatemala en ARCOmadrid 2025

‘Erupción Lavanda’ de Esvin Alarcón Lam en el stand de la galería Henrique Faria Fine Art. (Foto: Luis Soto. Cortesía del artista)

Piezas de los artistas guatemaltecos Naufus Ramírez Figueroa, Antonio Pichillá, Diana de Solares, Regina José Galindo y Ángel Poyón fueron parte de la 44ª edición de ARCOmadrid, la plataforma artística de curaduría y mercado más longeva de España.

Guatemala estuvo presente en la última edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de España, ARCOmadrid. El evento, que celebró su 44ª edición del 5 al 9 marzo, reunió a 214 galerías procedentes de 36 países. Como parte de la comunidad latinoamericana en el evento, las obras de seis artistas guatemaltecos fueron representadas por galerías de Guatemala, Brasil, Estados Unidos, Italia y España.

Al igual que en años anteriores, la feria internacional de arte madrileña volvió a contar con piezas de los guatemaltecos  Naufus Ramírez-Figueroa, Antonio Pichillá, Esvin Alarcón Lam, Diana de Solares, Regina José Galindo y Ángel Poyón. Al menos en 2024, obras de Pichillá y Alarcón Lam formaron parte del evento.

ARCO se distingue por ser más que una vitrina internacional para el mercado del arte, ya que se trata de un espacio que redefine la experimentación curatorial. Este año, además del Programa General en el que participaron 178 galerías (entre ellas la mayoría que representó a los artistas guatemaltecos), fueron desplegadas las secciones Wametisé: Ideas para un Amazofuturismo, en la que participaron 15 galerías; Opening: Nuevas Galerías, con representación de 18 galerías; y Perfiles| Arte Latinoamericano, con 10 galerías, entre ellas Proyectos Ultravioleta de Guatemala.

La sección Wametisé: Ideas para un Amazofuturismo, reunió el trabajo de artistas cuyos trabajos responden a los vínculos entre la cosmogonía amazónica, su conocimiento ancestral y las posibles tecnologías del futuro. Opening: Nuevas Galerías, estuvo dedicada a la visibilidad de galerías jóvenes o emergentes provenientes de territorios americanos, asiáticos y europeos. Por otro lado, Perfiles| Arte Latinoamericano, propuso una selección de artistas de la región latina quienes «ofrecen un panorama amplio de cómo identificarse como artista y construir una comunidad en paralelo», según apuntaba la comunicación oficial del evento. Dentro del circuito expositivo de Latinoamérica -encomendada al curador mexicano José Esparza Chong Cuy- se realizaron exposiciones de diez artistas, entre ellos, Naufus Ramírez- Figueroa de Guatemala.

La llegada del realizador a ARCOmadrid ’25 estuvo definida por sus investigaciones frente a la naturaleza y la manera en la que la humanidad se ha relacionado con ella. Tanto de forma espiritual como ecológica, esta vinculación que Ramírez Figueroa propuso con una serie de pinturas, una escultura y un videoperformance, explora de forma onírica la transformación del mundo.

Vista de la exposición de Naufus Ramírez-Figueroa en ARCOmadrid ’25. (Cortesía del artista y Proyectos Ultravioleta, Ciudad de Guatemala. Foto: Re Foto Arte)

Durante su participación en la feria, en colaboración con Proyectos Ultravioleta, Naufus presentó la obra Dea Ex Machina, una escultura compuesta por una rama del árbol de pito acompañada de una máscara; una serie de pinturas que exploran el anturio y su resistencia; así como , el cual puede observarse en After Clearing the Internal Forests, un videoperformance donde dialoga sobre la quema y la resiliencia de los bosques en la zona norte de Guatemala, específicamente de Petén.

La resistencia de la vida es un tema presente en la obra de  Regina José Galindo, cuyo trabajo estuvo presente en ARCOmadrid, representado por la Prometeo Gallery. En esta ocasión, la también artista guatemalteca fue parte del evento a través de una fotografía y el vídeo que documenta su acción performativa Fruta Amarga. 

‘Fruta amarga’ es una performance creada por Regina José Galindo en Lleida, España, en 2024. (Foto: Instagram de la artista)

En esta acción, la artista durmió a la intemperie en la Plaza Ramón Berenguer IV, ubicada en Cataluña (España), desde las 12 de la noche hasta las 7 de la mañana. Galindo estuvo acostada en una cama de fruta dulce, reflexionando sobre la misma imagen común que se ve en la región de Lleida, donde anualmente llegan miles de migrantes a trabajar como recolectores de la fruta.

El comentario de la artista alude al agotamiento y la precariedad económica de las personas indocumentadas, o provenientes de África quienes realizan un arduo oficio a cambio de condiciones limitantes, y quienes recurrentemente duermen en las calles.

Otros artistas guatemaltecos participantes en ARCOmadrid también fueron Diana de Solares y Esvin Alarcón Lam, ambos representados en 2025 por la galería Henrique Faria New York. Las propuestas de los artistas abordaron técnicamente la abstracción y una coreografía geométrica.

‘Sin título (de la serie La rebelión de caos)’ de Diana de Solares en Arcomadrid. (Foto: Cortesía de Henrique Faria New York y la artista)

Por su parte, Diana de Solares presentó dos obras de su serie La rebelión del caos. Las piezas realizadas en acrílico sobre tela, proponen una observación lúdica sobre figuras triangulares, cuadrículas y líneas verticales. La composición lleva a recordar las palabras del curador mexicano Daniel Garza Usabiaga, quien habría dicho que la artista guatemalteca transforma en sus obras «un sistema coherente de relaciones entre cuerpos y volúmenes».

Muy a propósito de ese fluir geométrico, Esvin Alarcón Lam también aborda una idea sobre la corporalidad del mundo y la geología en su serie Erupción Lavanda. Las pinturas del proyecto ofrecen una mirada a varios volcanes con fumarolas, que a la vez repiensan con su forma el triángulo rosa con el que eran «etiquetados» los homosexuales durante el Holocausto. Con este juego de abstracciones, Alarcón Lam propone una reflexión sobre la manera en que se puede invertir la historia.

‘Erupción Lavanda’ de Esvin Alarcón Lam en Arcomadrid. (Foto: Luis Soto.  Cortesía del artista)

Originario de San Pedro La Laguna, Antonio Pichillá, estuvo presente por año consecutivo en la feria de arte internacional ARCO. Esta vez, representado por la Luciana Britto Gallery, originaria de São Paulo, Brasil. Del artista maya tz’utujil fue presentada la obra Abuela. 

Con esta obra, Pichillá fija un recordatorio de su abundante trabajo textil en el que suele abstrae nociones como la herencia de saberes y la forma en que estos se van entramando con el tiempo. La obra expuesta durante ARCO consiste en una figura de 31 x 114 cm donde el artista vuelve a emplear el trenzado y los nudos para evocar una figura de ritmos, tensiones y armonías.

‘Abuela’ de Antonio Pichillá fue creada en 2023. (Foto: Cortesía del artista)

Siguiendo las investigaciones sobre la temporalidad y su curso, el artista Ángel Poyón presentó en ARCO dos obras que aluden a este tema: El presente es nuestro No. 2 y Estudios del fracaso medidos en tiempo y espacio. Ambas piezas fueron exhibidas en el espacio de la galería española T20.

De acuerdo con Poyón, en el caso de El presente es nuestro No.2 –serie compuesta por hules y dibujos a lápiz sobre papel y elaborada en 2018-, la obra propone una reflexión sobre el tiempo antes de la época industrial donde la medición explotadora y limitante del tiempo no había llegado a territorios indígenas como San Juan Comalapa, de donde es originario.

Por otro lado, su obra Estudios del fracaso medidos en tiempo y espacio, creada diez años después, alude al quiebre de las lógicas que sigue el orden del tiempo. La pieza consiste en un tríptico de tres relojes despertadores que fueron intervenidos con dibujos. Estos presentan tramas y líneas en dispersión que nos hacen pensar en una atrapante confusión, más allá de la rigidez temporal.

«Esta serie de dibujos sencillos, como los que en nuestra niñez solíamos dibujar en las muñecas de nuestras manos, intentan reflexionar sobre las formas de vivir esas etapas y, a la vez, tratan de ayudarnos a entender por qué en nuestra cultura Maya, el presente está ligado al pasado y al futuro en un constante ir y venir», concluye el artista Ángel Poyón.

‘El presente es nuestro No.2’. Hule y dibujo sobre papel. (Foto: Cortesía del artista)
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