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Bernabé Arévalo

Guatemala, 1984

Estudió Artes Visuales con especialización en Pintura en la Universidad Nacional de Arte (UNA) en Argentina. En 2015, recibió la Beca Haroldo Conti en Buenos Aires, y obtuvo una Mención Honorífica en Juannio 2018, Guatemala. 

Ha expuesto su obra en el Museo Castagnino Macro en Rosario, Argentina; en Juannio, Guatemala; y en otras exhibiciones en Perú, Chile, México, Guatemala y Argentina. Su obra forma parte de colecciones privadas en México, Argentina, Chile, Guatemala, Estados Unidos y Alemania. Además, ha realizado residencias artísticas en el Museo La Ene (Energía de Arte Contemporáneo) en Argentina y en la Agency for Spiritual Guest Work in the Service Of Visualizing en Suiza.

Para la XXI Bienal de Arte Paiz, presentó Hacia el final de la representación, una obra de fotogramas 3D instalados en la plaza y en el tercer nivel del edificio T-2 de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos de Guatemala. En esta obra, el artista explora la memoria documental, trabajando con fotogramas extraídos de videos del archivo del Ejército de Guatemala, emitidos durante el conflicto armado interno. Estas imágenes, procesadas para su visualización en 3D, buscan diluir y cuestionar las líneas de percepción de la imagen.

 

Angélica Serech

San Juan Comalapa, 1982 

Es una artista textil cuyas obras exploran las raíces de su herencia familiar y comunitaria como tejedora. Su formación se basa en una tradición familiar de bordado, aprendida de su tía, y su trabajo inicialmente se centra en los güipiles tradicionales de Comalapa.  Su curiosidad e intuición la llevaron a abandonar la producción artesanal de estos textiles para desarrollar una práctica personal e imaginativa. 

Su obra ha sido exhibida en el certamen y subasta de arte Juannio (2020-2022), la XXII Bienal de Arte Paiz (2021) y en exposiciones grupales en Galería Extra (2021) y La Galería Rebelde (2022). Su trabajo forma parte de colecciones privadas en Europa y América Latina. En 2024, fue invitada para participar en la Bienal de Toronto. 

Durante la XXII Bienal de Arte Paiz, presentó la obra Mi historia en nudos, al dorso de mi güipil, que reúne diversos experimentos realizados a lo largo de su trayectoria. Esta pieza condensa su memoria textil, uniendo pasado y presente en un telar que incorpora tanto técnicas ancestrales como contemporáneas.

 

Naufus Ramírez Figueroa

Guatemala, 1978 

Su obra abarca la performance, el video, el grabado, la escultura y la instalación. Explora temas como los sueños, la arquitectura, la abstracción, el teatro y conceptos de espiritualidad. A través de estos elementos, examina el cuerpo como un medio para abordar la historia y sus narrativas, especialmente enfocándose en las secuelas de la guerra civil de Guatemala.

Ramírez-Figueroa es Licenciado en Técnicas Artísticas por la Universidad Emily Carr, y posee una Maestría en Bellas Artes del School of the Art Institute of Chicago. Además, realizó una investigación de posgrado en la Academia Jan van Eyck en Maastricht, Países Bajos. También ha sido residente de la Akademie Schloss Solitude en Alemania y ha sido beneficiario de becas de instituciones prestigiosas, como DAAD en Alemania, Jan van Eyck Academy en Holanda, el Guggenheim, el British Columbia Arts Council y el Art Institute of Chicago en Estados Unidos.

Desde 1999, su obra ha sido exhibida individualmente en Canadá, Costa Rica, Guatemala, Italia, Alemania, Corea del Sur, Reino Unido, Países Bajos, Portugal, Brasil, Colombia y México. Ha recibido numerosos premios como el Premio VADA en 2022, otorgado por la Galería de Arte Contemporáneo de Vancouver; el Premio Mies van der Rohe Stipendium en 2016; y el Premio ARCO al Mejor Artista Joven de la Comunidad de Madrid en 2015.

En la XXII Bienal de Arte Paiz, colaboró con el poeta Wingston González para crear la obra Lugar de consuelo, una instalación que reinterpreta la censura del teatro en la Guatemala de los años 70, durante el conflicto armado interno. La obra ocurre en la Universidad Popular, haciendo referencia a un atentado en contra de la compañía de teatro de la universidad, durante el tiempo de guerra. 

Fernando Poyón

San Juan Comalapa, 1982

Fernando Poyón explora el contraste entre la cosmovisión indígena y la cultura occidental a través de esculturas y objetos cargados de simbolismo. Sus exposiciones individuales han sido presentadas en espacios como Loft 5 en la Ciudad de Guatemala, junto a su hermano Ángel Poyón, en la Casa de la Cultura de Comalapa y en el Banco de Guatemala.

Ha participado en importantes exhibiciones en instituciones como el Museo Mexic-Arte, la George Mason University, el Museo de Arte de las Américas y la Bienal de las Américas en Estados Unidos; el Salón Internacional de Arte Indígena Manuel Quintín Lame en Colombia; NuMu en Guatemala; el Centro Párraga, ARCO y el Festival de Videoarte de Barcelona en España; el Museo de Bellas Artes de Taipéi en Taiwán; y el Centro Wilfredo Lam en Cuba.

En la XXII Bienal de Arte Paiz presentó Limpiar el espíritu, una obra en la que emplea una rueda cubierta de tierra mojada que, al rodar, deja su huella sobre una tela de gran formato con un mapa sublimado del mundo. La pieza evoca un juego infantil en el que se empuja una rueda con un palo, simbolizando la persistencia y el esfuerzo por mantener equilibrio, mientras se alude a un vínculo con la tierra y la liberación de los espíritus. 

 

Ángel Poyón

San Juan Comalapa, 1974

Su obra ha sido presentada en numerosas exhibiciones individuales, entre ellas en Proyecto Poporopo (Guatemala, 2016), Galería T20 (Murcia, España, 2012), Fundación Teor/Ética (San José, Costa Rica, 2011), Galería DesPacio (Costa Rica, 2010), Arte La Fábrica (2006), Loft 5 (2005) y Galería El Áttico (Ciudad de Guatemala, 2002). Su práctica artística abarca tanto la pintura como la escultura, disciplinas en las que explora conceptos de identidad y territorio.

De manera colectiva ha expuesto en Estados Unidos, Paraguay, España, México, Colombia, Argentina, República Dominicana, Costa Rica, Raiwán, Inglaterra, Cuba y Guatemala.

Durante la XXII Bienal de Arte Paiz, presentó la obra Ruq’a raqan qazadon (La mano, los pies de nuestro azadón/nuestros azadones), una pieza que ofrece una nueva lectura de los instrumentos de labranza, esculpiendo en ellos puños en la parte superior. A través de esta intervención, Pichillá convierte herramientas de trabajo en símbolos de resistencia y conexión con la tierra.

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